Nuestra conciencia percibe el paso del tiempo de una forma extraña y contradictoria. Si el tiempo consiste en la monótona vida cotidiana o está desprovisto de acontecimientos, es lógico suponer que dura para siempre. Cierto, pero no es así. Son precisamente los días grises y sin acontecimientos los que pasan completamente desapercibidos. Otra cosa es cuando el tiempo está lleno de incidentes, cuando está distorsionado por tragedias y salpicado de alegrías; entonces parece que todo esto duró para siempre.
John Steinbeck, Al este del Edén, 1952
No comments:
Post a Comment