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Wednesday, November 09, 2022

Discurso v.2

32 años sin Gustavo

La demanda de Clorinda Guzmán durante todos estos años ha sido por una respuesta sobre el paradero de su hijo, nunca por reparaciones de ningún tipo. 

Pues el daño esta hecho y no hay nada que se pueda cambiar o reparar, ni disculpas, ni dinero, ni diplomas o monumentos.

Luego de 32 años el país continúa como una colonia de EEUU, igual que latinoamérica que con sus estallidos intenta despertar de la continua conspiración en su contra, bajo golpes de estado a la luz del día y ocultos, que hasta incluyen intentos de magnicidio. El pueblo narcotizado votando contra sí mismo, por el fascismo, el mundo en guerra.

Gustavo actuó y se enfrentó a este poder, como muchos en su época, y al igual que ellos fue destrozado y aniquilado, su voz ya no se escucha, salvo en sus escritos: ensayos, poesías, cuentos y una grabación magnetofónica, recuperada y digitalizada para el documental que se realizó sobre su vida. 

Y es que se trata de que nos resistimos a olvidar, y es que el país debería resistirse a olvidar a Gustavo y a su madre Clorinda, así como debe resistir a olvidarse de todos los casos de torturas, de asesinatos y desapariciones, debería resistirse al encubrimiento, al "espíritu de cuerpo", al "mentir es padre y madre", a los tiros por la espalda, a los ojos perdidos en protestas sociales.

Por eso Gustavo está presente, tendría 64 años, con su madre de 89, que no lo dejó cuando fue tomado preso, torturado y finalmente desaparecido, en este caso extremadamente doloroso y prolongado en que el Estado reconoce su responsabilidad, pero sin un esclarecimiento del caso, sin una respuesta sobre su paradero y sin una sanción a los responsables. Junto a las disculpas, palabras al fin y al cabo, se deben acompañar acciones, respuestas que seguiremos exigiendo con nuestros amigos y compañeros. 

A ellos nuestro agradecimiento, que siempre nos animan y acompañan, nos toleran, hoy en esta etapa, continuamente generando arte y pensamiento, acertados o equivocados, a veces golpeados y agobiados, pero con el mismo espíritu inconforme, resistiendo y recordando. 

34 años sin verdad en el caso Restrepo, 10 en el caso de Juliana Campoverde, 9 en caso de David Romo, 2 meses del asesinato de María Belén Bernal Otavalo, exigimos cambios en la administración de la justicia, cuanto deberemos esperar los 3000 casos, según cifras gubernamentales, de desaparición, por justicia, los presos que mueren por cientos en circunstancias de barbarie, las muertes violentas producto de la delincuencia, esperamos se acopie de acuerdo a la circunstancia de esta conmemoración la experiencia en favor de los derechos humanos.  

El hecho que justifica nuestra presencia aquí es volver a recordar a Gustavo volver a recordarle al pueblo y al Estado ecuatoriano el crimen atroz cometido, y los crímenes que se siguen cometiendo para rechazarlos y ponerles un alto y hacerlo categórica y definitivamente eso nos motiva, como le motiva a mi madre el amor por su hijo, como motiva a nuestros defensores la justicia y a nuestros amigos el cariño y nada más. 

Gracias